Te pasan esos días
en los que todo te sale mal.
Te despertás tarde
Tenés la boca pastosa
El corazón pesado en el pecho.
La mañana es una jeringa de anestesia
que te deja pelotudo.
Besas a tu mujer muerta
en la frente
y esperás a verla revivir.
Fuera de las sábanas
La habitación es un campo minado
de ausencias.
Sentís el nudo en la garganta
que no desata nadie.
Estás solo en el balcón.
Solo en el frío.
Solo.
Tu perra se acerca moviendo la cola
y aceptás la paternidad.
Le contestás a tu silencio:
todo va a estar mejor.
Y te quedás en tu vida.
La poesía es buena compañía para la soledad... la voz de un hermano también. Llamá, loco! Beso.
ResponderEliminar(te amo)
ResponderEliminarY te quedás en tu vida... Impecable.
ResponderEliminarA veces elegimos quedarnos, a veces no; pero que bueno que está que nos obliguen a hacerlo.