miércoles, 31 de agosto de 2011

El archivo del exilio





Cajas y cajas de memoria borrosa.

Clasificar el lugar del que se ha salido

mientras se desentiende

el sitio del que uno no es.

En esos idiomas paralelos;

un tu, pozo hondísimo

en el que el vértigo afloja las piernas.


Calles pegoteadas, ¡cómo cuesta

llevar un camino recto, amigo mío!

El paso no termina

de ser del todo propio,

por eso pesa más.


Hay tantos cielos

y tantas tierras en el mundo;

parajes que nos despertencen,

que nos descorresponden,

que sólo se vuelve a casa

cuando la mirada renuncia del exterior

y uno encuentra los ojos de adentro.


La casita del exilio es el pasado

pero como los parques más verdes,

a veces no se puede pisar.


Llénese de aire el pecho, compañero

y airee la nostalgia;

la pena será esa camisa con botones

que a veces tendrá que arrancarse

a lo increíble Hulk.


Y siga viviendo en usted,

sea orgulloso y solitario;


el único habitante del país de su nombre.