martes, 28 de abril de 2009

Diario de oficina 1





Me podría resumir:
Mi vida es una suma de apuntes escritos en pequeños papeles perdidos sobre un montón de mesas, bolsillos, escritorios de oficina y cuadernos. He extraviado con el correr de los años la mitad de lo que alguna vez quise decir. Por momentos tengo la sensación; incluso, de haber perdido hasta la voz.
Llevo pegado a la silla cuarenta minutos. Hablé con Leandro por teléfono y me alegró escucharlo. Quedamos mañana para comer.
En una oficina la gente abre las puertas ajenas como si fuesen suyas. No hay sentido de propiedad aquí.
Defiendo mi cueva agachándome y escondiéndome detrás de la máquina.
No debería decirlo otra vez pero lo digo igual, me siento muy solo y estar aquí no me ayuda.
Me llaman para que vaya a ver un montaje a la sala de audio. Un montaje más que; irónicamente, desmonta mi tranquilidad.
Pongo mi mejor cara de aviso y me levanto de la silla.
El que pueda que se salve.








lunes, 27 de abril de 2009

Pare. Siga.




Sacarle punta
a lo cotidiano
y clavármelo en el pecho.

Varar
y variar
enfermedades.