Cajas y cajas de memoria borrosa.
Clasificar el lugar del que se ha salido
mientras se desentiende
el sitio del que uno no es.
En esos idiomas paralelos;
un tu, pozo hondísimo
en el que el vértigo afloja las piernas.
Calles pegoteadas, ¡cómo cuesta
llevar un camino recto, amigo mío!
El paso no termina
de ser del todo propio,
por eso pesa más.
Hay tantos cielos
y tantas tierras en el mundo;
parajes que nos despertencen,
que nos descorresponden,
que sólo se vuelve a casa
cuando la mirada renuncia del exterior
y uno encuentra los ojos de adentro.
La casita del exilio es el pasado
pero como los parques más verdes,
a veces no se puede pisar.
Llénese de aire el pecho, compañero
y airee la nostalgia;
la pena será esa camisa con botones
que a veces tendrá que arrancarse
a lo increíble Hulk.
Y siga viviendo en usted,
sea orgulloso y solitario;
el único habitante del país de su nombre.